El sector azulejero de Castellón ya ha firmado más ERTES que en la crisis sanitaria de 2020. La patronal del sector apunta a que hay 4.500 trabajadores con suspensión temporal de empleo y que sin ayudas los ERTES se pueden convertir en despidos definitivos.
Las empresas del sector trabajan a pérdidas por mantener sus mercados en un momento en el no se ha resuelto ni la crisis energética ni tampoco el aumento del coste de materias primas que se importaban antes de Ucrania. La situación es muy complica, según Germán Belvís, responsable laboral de la patronal ASCER. "Las empresas trabajan a pérdidas porque no pueden revertir sus costes en el producto y perder su posición en mercados a los que ha contado mucho llegar".
Y en este contexto, el sector negocia su convenio colectivo. De momento, posturas muy lejanas ante unos sindicatos que piden que el trabajador no pierda poder adquisitivo. Belvís, reconoce que la situación es mala para ambas partes y que si no hay acuerdo se mantendrá el convenio vigente. La situación afecta a 15.000 trabajadores directos del sector que concentra el Castellón el 90% de la industria nacional. ASCER se reunió ayer con los sindicatos a quienes ha entregado una propuesta en la que el aumento salarial es moderado, dadas las circunstancias, han apuntado.
