20 millones de euros. Son las pérdidas económicas que sufrirá este año la localidad de Benicàssim tras la suspensión de los festivales de verano como consecuencia del coronavirus.
El último en hacerlo, en anunciar su cancelación, ha sido el FIB. Algo que el Ayuntamiento, vista la situación y vista la crisis sanitaria, ya esperaba. Aun así, el "mazazo económico para el tejido empresarial del municipio va a ser irreparable" y sin precedentes, según explicaba en Onda Cero la alcaldesa de la localidad, Susana Marqués.
En este sentido, Marqués asegura que además de ese impacto directo que va a tener en la economía de la localidad, "también afectará a la marca turística de Benicàssim".
Por ello, lamenta que esta situación va a provocar una "merma en la promoción turística del municipio" que este año tendrán que asumir. Sin embargo, la alcaldesa entiende y comparte que "lo primero es la salud de las personas".
Hablaba también del esfuerzo que supondrá adaptar las playas a la nueva realidad y asegura que siguen a la espera de las indicaciones de las autoridades sanitarias.