Ante la llegada del frío, Cáritas ha ampliado 20 plazas en el albergue de Castellón que ya cuenta con 40 camas ante una demanda que ha crecido por la crisis económica. El dispositivo se abrió el 1 de noviembre y se mantendrá en ese número de camas hasta el 30 de abril.
La ONG facilita a todos los usuarios ropa, la posibilidad de ducharse, una cena y un desayuno al día siguiente, además de poder pasar la noche en sus instalaciones. No obstante la demanda se ha disparado con la crisis y hay demandantes que se les ha tenido que derivar a otros recursos por falta de sitio.
El perfil de los usuarios, inmigrantes (especialmente procedentes de Venezuela y Colombia), mujeres y personas mayores de 65 años.
Caritas pide colaboración a las empresas y particulares para donar ropa, alimentos y dinero para los más necesitados. Su director, Paco Mir, prefiere que las personas necesitadas reciban tarjetas solidarias para gastar que los propios alimentos para dar más dignidad a los que peor lo están pasando.
