El PP de la Comunitat Valenciana pide que no se apruebe el plan de movilidad del Ministerio, que eliminaría 244 rutas autonómicas de autobús. En consecuencia, 65 municipios no tendrían ninguna parada. En la provincia de Castellón, uno de los afectados es Vila-real. Miguel Barrachina, portavoz de los populares valencianos en Las Cortes, explica que estos recortes, sumados a la precariedad del cercanías, obligan a tener que coger el coche.
Barrachina argumenta que, con la subida del precio de la gasolina y la posibilidad de que se vuelvan a instalar peajes, "se necesita un servicio público más amplio, tanto de autobuses como de trenes". Señala, también, que la red ferroviaria de la Comunitat Valenciana es la "peor de España". Por ello, el PP insiste en que todos los grupos parlamentarios deben votar en contra de la reforma.
Además, el plan del Ministerio no solo afecta a las rutas autonómicas, sino a la puerta de entrada y salida de la Comunitat. Quedarían suspendidas 2.700 rutas directas a otras comunidades, que, sumadas a las 244 interiores, hacen un total de 2.944 conexiones menos. Según el portavoz del partido popular, los afectados se aproximan al millón de personas.
No obstante, si la oferta de transporte público es limitada, la situación se exagera para las personas con movilidad reducida. Para ellas, moverse por la provincia de Castellón se convierte en una auténtica odisea. Desde COCEMFE, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, señala que los trenes de cercanías y los autobuses no están adaptados a personas con sillas de ruedas.
En cuanto a los taxis, el número de vehículos adaptados es limitado. La falta de recursos se suma a que, por normativa, los taxis no pueden salir de la zona en la que dan servicio. Si lo hacen, son multados. Por ello, COCEMFE pide a la Generalitat que se haga una excepción y que, si no hay coches para personas con sillas de ruedas disponibles en un lugar, puedan acudir conductores desde otros a cubrirlos.
