Durante uno de los controles previos al acceso, un perro detector de drogas pasivo del Grupo Cinológico de la Guardia Civil reaccionó positivamente en sobre una persona que se disponía a acceder como visitante al Centro Penitenciario II de Castellón. En ese instante, Los agentes descubrieron que portaba oculto en interior de su cuerpo dos envoltorios de 18 y 15 gramos de una sustancia, al parecer de hachís y 50 pastillas de un medicamento perteneciente al grupo de tranquilizantes. Por todo ello, se procedió a la detención de una mujer de 70 años de edad como supuesta autora de un delito contra la salud pública (tráfico de drogas).