Las reservas confirmadas ya y las buenas previsiones de los propios empresarios turísticos permiten adelantar que el de 2017 será un verano de récord en la provincia. Tanto es así, que la Diputación de Castellón espera una gran campaña estival, con la llegada de más de 850.000 turistas y más de 4,5 millones de pernoctaciones hoteleras entre los meses de julio y septiembre.
Estas previsiones son fruto tanto de la recuperación del mercado nacional y la llegada de turistas de toda Europa fruto de la estabilidad del destino, así como de la intensa campaña promocional realizada y a la que se ha destinado de 5,1 millones de euros. Unas cifras que aseguran serán posibles después de que en 2017 se estén consolidando los índices de crecimiento de viajeros del año pasado –en el entorno del 11%-, pero incidiendo en un mayor número de pernoctaciones –este año crecen un 11% frente al 8% de 2016-.
Según la diputación el trabajo promocional desarrollado con los empresarios turísticos castellonenses es consecuencia del Plan Estratégico de Turismo 2017-2020 diseñado por la administración para definir un modelo de futuro para el sector que multiplique las oportunidades económicas y laborales. En la actualidad, el turismo supone ya un pilar fundamental de la economía castellonense al representar cerca del 13% del PIB provincial.
Para ello, las iniciativas y políticas de promoción turística ideadas dentro del plan provincial ambicionan que el turismo pase en cuatro años de representar el 12,3% del PIB provincial al 16%. En la misma línea, y en clave laboral, la meta de esta hoja de ruta turística pretende que la cuota que representa el turismo sobre el total de la población empleada aumente un 33%, pasando la media de personas empleadas de 18.754 personas hasta las 25.000 a medio y largo plazo.
