Los dos médicos que atendieron en el centro de salud de Viver a la niña de 12 años de Jérica que falleció como consecuencia de una peritonitis han declarado este miércoles ante el Juzgado número 4 de Sagunto (Valencia) que cuando exploraron a la menor ésta no tenía ningún signo de apendicitis, según han señalado a Europa Press fuentes jurídicas.
Así mismo, ambos facultativos, que han respondido a las preguntas del abogado de la acusación y de los letrados de las defensas, han destacado que en aquel momento había un brote de gastroenteritis y que la niña de Jérica tenía los mismos síntomas que el resto de niños que padecían esta dolencia.
Por su parte, la residente que atendió a la menor en Urgencias del Hospital de Sagunto se ha acogido a su derecho a no declarar y ha asegurado que lo hará más adelante, mientras que el responsable de dicho servicio ha subrayado que la médico era residente de tercer año y no necesitaba supervisión.
Los padres de la niña ratificaron el pasado lunes en el Juzgado la querella que interpusieron contra los médicos que atendieron a la niña tanto en el centro de salud de Viver como en el Hospital de Sagunto.
La querella se presentó por presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave profesional y los que puedan derivarse de los hechos que se denuncian.
Un informe forense, elaborado a petición de la Fiscalía Provincial de Valencia, concluyó que el servicio de Urgencias del Hospital de Sagunto no cumplió la 'lex artis' --la obligación del profesional de la medicina de actuar con la debida diligencia-- en el caso de la menor, que murió por peritonitis después de que sus padres la llevaran en varias ocasiones al centro de salud de Viver y a ese centro hospitalario, de referencia en el área, sin que se la detectaran ni practicaran pruebas para el diagnóstico, según denunció la familia.