Europa ha dicho no a prohibir más fitosanitarios. Las organizaciones agrarias valoran positivamente esta medida y recuerdan que ya existe una prohibición de utilizar el 50% de pesticidas. Su aumento, dicen, al 65% les hubiera dejado en una situación desfavorable.
Según La Unió, se congratula que los agricultores valencianos y castellonenses puedan seguir utilizando pesticidas para combatir plagas como la araña roja o el cotonet en los cítricos. De lo contrario, podría haber supuesto el principio del fin, dicen, para muchos agricultores.
Votación muy ajustada
Con 299 votos en contra, 207 a favor y 121 abstenciones, la Eurocámara ha atendido el clamor de todo el sector agrario, que llevaba meses alertando de las graves consecuencias que hubiera tenido la adopción de este reglamento para la competitividad y la autosuficiencia alimentaria europea. De hecho, tanto la Unió Llauradora como la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) se dirigieron en varias ocasiones a los europarlamentarios para solicitarles su no a una iniciativa que, según varios informes, hubiera provocado una pérdida del 20% de la producción vegetal europea y, por tanto, un importante aumento de los precios de los alimentos.
Muchas dificultades
La propuesta de reglamento de la Comisión Europea habría puesto, de salir adelante, en serias dificultades al sector agrícola para mantener en buenas condiciones sanitarias sus producciones, afirma La Unió. De hecho, algunos cultivos sería imposible mantenerlos en sus zonas tradicionales al encontrarse implantados en áreas sensibles en las que las prohibiciones serían aún más estrictas. Carles Peris, Secretario General de La Unió, en Onda Cero.
Para La Unió las reducciones del uso de fitosanitarios que pretendía imponer la propuesta eran inasumibles para el sector si no se destinan recursos científicos, técnicos y financieros suficientes para buscar alternativas eficaces y viables en cada zona agroclimática y, sobre todo, si estas alternativas no se buscan con el consenso de los agricultores. “Sin medir los impactos, sin hablar con los productores, sin poner a su disposición las herramientas necesarias, aprobar este reglamento habría sido irresponsable”, consideran desde la organización.
Esfuerzo tras esfuerzo
La Unió destaca además los esfuerzos de todo tipo, no solo en cuestiones fitosanitarias, que están realizando los agricultores valencianos para proporcionar a los ciudadanos una alimentación sana, de calidad, a precios accesibles y producidos de forma sostenible. “Que el Parlamento Europeo haya dicho no este reglamento no es una hecatombe ecológica como algunos dicen” manifiestan. “A los productores de la Unión Europea ya se nos exige más y estamos dando más de lo que se le exige y lo que da ningún otro productor del mundo” subrayan. “Las autoridades europeas deberían empezar a pedir lo mismo a todos los que colocan sus producciones en nuestros mercados y canales de consumo y proteger así nuestro modelo productivo. La reciprocidad debe ser una realidad pronto” reclama.
Victoria, pero momentánea
Este pequeño gran triunfo, eso sí, puede ser temporal, ya que la propuesta revierte de nuevo a la Comisión Europea y esta puede reformularla para llevarla en un futuro de nuevo al Europarlamento.