La Guardería del Consorcio río Mijares recuerda la prohibición de pescar con esparavel o rall en la desembocadura
Durante las últimas semanas se ha descubierto a varias personas lanzando redes y con la posesión de capturas ilegales.
Los guardas rurales del Consorcio del Paisaje Protegido del río Mijares recuerdan la prohibición de pescar con el aparejo llamado esparavel rall dentro de la desembocadura. En las últimas semanas han sorprendido dos pescadores en zona ilegal. La Ley de Pesca Marítima y Acuicultura de la Comunidad Valenciana del año 2017 permite la pesca recreativa desde superficie con este arte de caída denominado esparavel o rall. Para practicarlo hay que estar en posesión de la licencia de actividad expedida por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.
"Los pescadores que practican el rall conocen perfectamente la normativa. Deben respetar los 100 metros legales a izquierda y a derecha de la desembocadura del río Mijares. Durante las últimas semanas el paraje de la gola sur de Borriana ha sido frecuentado por tres de estos pescadores. Nosotros hemos podido sorprender a dos de ellos pescando en la zona prohibida, dentro de la desembocadura", afirmó el guarda del consorcio Javier Rodríguez. A uno de ellos le sorprendieron in fraganti mientras utilizaba esta red. "Al vernos empezó a guardar rápidamente la red en su cesta. Le explicamos la normativa, le levantamos acta de infracción y le decomisamos todo el pescado. Había capturado más de 5 kilos de pescado y hay que recordar que la normativa lo prohíbe. Asimismo también había capturado lubinas de tamaño ilegal de menos de 25 centímetros", ha asegurado el guarda del Consorcio.
La buena temperatura y el estado encalmado del Mediterráneo están llevando a decenas de pescadores hasta la desembocadura del río Mijares para practicar la pesca continental y la marítima. Uno de los artes más antiguos e históricos practicado desde hace cientos de años es el llamado rall o esparavel. Se trata de una red circular y dotada de plomos que los pescadores lanzan a mano en lugares de poca profundidad. A la hora de lanzarla se queda bien extendida y con el peso de los plomos se sumerge capturando los peces que nadan justamente en el espacio donde cae. Los pescadores sujetan la red con una cuerda central que más tarde estiran para sacar del agua las capturas. Como todos los artes de pesca marítima recreativa está sometido a una normativa que hay que respetar.