Los empresarios de la hostelería y el turismo de la provincia de Castellón se han posicionado frontalmente en contra de la implantación de una tasa turística en la Comunitat Valenciana, tal y como insistió ayer el síndico de Compromís, Joan Baldoví. La formación apuntaba que solo dos euros por visitante supondría la recaudación en este 2024 de 109 millones de euros que so podrían destinar para mejorar el territorio. Compromís apuntaba que con ese dinero se podría contratar a 2.000 médicos más, dar la ayuda al alquiler a 5.000 beneficiarios o simplemente tener 2.500 docentes más a nuestro sistema educativo.
Los empresarios del turismo rechazan de lleno la tasa turística a las que consideran un impuesto directo. El vicepresidente de ASHOTUR, Luís Martí, considera que los turistas ya pagan bastantes impuestos indirectos como es el caso de IVA incluido en cada producto que adquieren o contratas en su estancia en la Comunitat. Aseguran que imponer una tasa turística provocaría un efecto huida.
Los representantes de los negocios turísticos manifiestan que los problemas del sector pasan por las dificultades de contratación de mano de obra, la escasa regulación de los pisos turísticos y el negocio sumergido de muchos alquileres vacacionales.