La pandemia deja a más de 18.000 castellonenses sin recursos alimenticios, lo dice el banco de alimentos de Castellón que ha incrementado considerablemente el número de beneficiarios durante la pandemia.
De 11.000 a 18.000 ese es el terrible balance que deja la pandemia. La comida no se desperdicia y la situación, como explica su presidente Santiago Miralles, no está para tirar cohetes.
Las fechas complicadas son las posteriores a los meses de verano y Navidad, donde el desempleo asciende en la provincia. El pasado año repartieron más de 900 mil kilos entre los 35-40 voluntarios.