La nefrología infantil es una especialidad que estudia, diagnostica y trata las enfermedades del riñón en niños y adolescentes. Según indica el Dr. Jesús Lucas, nefrólogo pediátrico del Centro Médico Vithas Castellón, “en la consulta se evalúan otras patologías como enfermedades del glomérulo o glomerulopatías, tubulopatías, cálculos renales, hipertensión arterial, trastornos miccionales como la enuresis, así como el seguimiento nefrológico de los recién nacidos pretérminos, de menos de treinta y dos semanas, entre otras muchas patologías con anomalías en el parénquima renal o en la función renal”.
Asimismo, el especialista asegura que “las infecciones del tracto urinario graves, recurrentes o producidas por gérmenes no habituales pueden ser la primera manifestación de una malformación del tracto urinario, que se diagnostican actualmente en las ecografías prenatales gracias a los avances tecnológicos”.
Los síntomas de infección del tracto urinario son el aumento de la frecuencia miccional o polaquiuria, escozor al orinar, tener sensación de orinar, aunque la vejiga está vacía, incontinencia urinaria, dolor abdominal-lumbar y la fiebre sin foco en el lactante. Hay otros síntomas como la escasa ganancia de peso o el déficit de crecimiento, la diuresis abundante con una ingesta elevada de líquidos, manifestación de anomalías en la orina como la presencia de sangre o proteínas, o la hipertensión arterial que pueden orientar al especialista en el diagnóstico de otras enfermedades del riñón.
Tratamiento y recomendaciones
El Dr. Lucas comenta que “en el tratamiento de las infecciones del tracto urinario se utilizan los antibióticos que se suelen modificar según el resultado del urocultivo para un uso racional de los mismos” y añade que “la duración dependerá del tipo de infección, siendo en las pielonefritis, de mayor duración frente a las infecciones urinarias que afectan a la vejiga, conocidas como las cistitis”.
El especialista recomienda un adecuado habito miccional con micciones frecuentes y vaciados completos, ya que el hábito retenedor o aguantarse la orina puede desencadenar a largo plazo una vejiga hipoactiva con la presencia de residuo postmiccional que, a su vez, es un factor favorecedor de nuevas infecciones del tracto urinario.