La visita de Felipe VI a Porcelanosa, con motivo del 50 aniversario de la firma se produce en un momento crítico para el sector cerámico. Desde la pandemia las empresas del azulejo, mayoritariamente afincadas en Castellón, atraviesan una crisis de costes de producción primero, y ahora una crisis por caída de demanda. Las exportaciones han descendido un 25%. Además, un informe elaborado por la patronal cerámica italiana revela que países como Vietnam, Brasil, India o China, superan ya la producción de azulejos de España.
La Confederación Empresarial Valenciana alerta de que muchas empresas se van a ver obligadas a trasladar su producción a otros países donde los costes de producir sean más bajos y poder así recuperar la competitividad perdida. Su vicepresidente, Luis Martí, asegura que ninguna empresa se quiere ir de la provincia, donde hay un verdadero cluster, pero que las circunstancias actuales obligarán a muchas empresas a la deslocalización. Eso hará peligrar 70.000 puestos de trabajo en la provincia de Castellón que dependen directa e indirectamente de la industria cerámica.
El sector azulejero español ha perdido competitividad frente a países como Italia donde la administración subvencionó la subida del gas. Los empresarios valencianos denuncian que aquí las ayudas del gobierno siguen sin llegar y las trabas para solicitar este dinero son tantas para que solo un 15% de empresas han optado a tramitarlas.
Los azulejeros esperan tantear la salud del sector en la próxima feria Cersaie que abre sus puertas el próximo lunes Bolonia.
