Las fuertes lluvias registradas la pasada semana en la provincia de Castellón han causado una gran proliferación de mosquitos, principalmente en aquellas zonas donde el agua permanece unos días estancada.
La primera gran consecuencia, a parte de la afección en la población, la ha sufrido los locales y bares del litoral, principalmente los del Grau de Castelló y Benicàssim. Los chiringuitos han tenido que reducir su horario hasta las 20:00 horas para prevenir a sus trabajadores y clientes de fuertes picaduras.
En la capital de la plana, los empresarios hosteleros han demandado medidas para paliar un problema que parece que irá a más con el paso del tiempo y que puede volver a ser un suplicio en los meses de verano, como ya sucediese en anteriores veranos. También, los vecinos de las asociaciones del Serradal y La Marjaleria de Castelló han pedido a las administraciones que ejecuten cuanto antes los tratamientos terrestres y aéreos necesarios.
En el resto de la provincia, principalmente en Torreblanca, Cabanes, Orpesa, Benicàssim, Burriana y Nules, los ayuntamientos han solicitado a la Diputación que solicite a la Generalitat Valenciana la aprobación de las actuaciones de fumigación aérea. Por el momento, Benicàssim, Nules y Burriana ya han comenzado con las labores terrestres.
