El Museo de Ciencias Naturales del Carmen de Onda ha recibido una donación de 75 cajas de coleccionista por parte de Manuel Costa Seglar, un vilarrealense que ha dedicado parte de sus 74 años de vida a la caza profesional de mariposas nocturnas.
El anciano ha conseguido hacerse con especies de todo el mundo; España, Venezuela, México, Colombia, Costa Rica... incluso en el Amazonas. Ahora, según dice, porque su colección ‘no tiene continuidad’. No obstante, Costa añade que algunas de las miles de especies que ha cazado, las ha cambiado a otros coleccionistas ‘como si fuesen cromos’.
Hay diferentes métodos para cazar mariposas y depende de si son diurnas o nocturnas, aunque en ambos casos hay que buscarlas donde se sabe que es su hábitat y época, lógicamente, aunque se trata, sobre todo, de esperar el momento adecuado. Las nocturnas se cazan con trampas luminosas que se elaboran con luz de vapor de mercurio, una sábana blanca y un bote con cianuro, explicaba Manuel Costa.
Una de las más exóticas y preferidas por este coleccionista es la mariposa isabelina, una especie que a día de hoy se encuentra en peligro de extinción, y que, a no ser que acabemos con su hábitat, podremos seguir viendo en los bosques españoles.