El Servicio de Investigaciones Arqueológicas y Prehistóricas de la Diputación de Castellón ha revelado hallazgos que sitúan el inicio de la producción alfarera en l'Alcora hace al menos 1.200 años.
Los trabajos de excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en el yacimiento del Tester Carapito con la financiación del Museo de la Cerámica y el Ayuntamiento de l'Alcora, y con el apoyo técnico de los profesionales de la Diputación de Castellón, han permitido a la capital de l'Alcalatén sumar un nuevo capítulo a su legado cultural.
Los resultados preliminares de esta nueva campaña han confirmado la existencia de una área de producción alfarera de época andalusí, datada entre los siglos VII y IX. Entre los hallazgos "más significativos", destaca un conjunto de espacios destinados a las diversas fases de producción de cerámica, desde la extracción de la tierra hasta la cocción final.
Con este nuevo capítulo, l'Alcora "reafirma su posición como un referente histórico, cultural y patrimonial de la cerámica, un símbolo de identidad que se remonta a sus raíces más profundas".
"VISIÓN ÚNICA Y DETALLADA"
El equipo de arqueólogos ha identificado zonas concretas de extracción de arcilla, dos hornos de gran importancia y "buen" estado de conservación, y un testar de grandes dimensiones donde se han recuperado numerosos restos cerámicos procedentes de los rechazos de producción. Estas evidencias ofrecen una visión única y detallada sobre las técnicas y procesos de fabricación cerámica de la época..
Así pues, los hallazgos no solo subrayan el papel de l'Alcora como centro productivo en época andalusí, sino que permiten retroceder mil años el inicio de una tradición que a menudo se asocia a la fundación de la Real Fábrica del siglo XVIII. "Este descubrimiento consolida la imagen de l'Alcora como un pueblo donde la cerámica no solo es pasado, sino también presente y futuro", ha subrayado Clausell, quien ha apuntado que "cerámica es sinónimo de l'Alcora".