Empresarios y trabajadores del ocio nocturno de Castellón, junto con los del resto de la Comunitat, han iniciado este martes 13 una acampada de 13 días, con 13 tiendas de campaña durante 13 horas al día ante el Palau de la Generalitat, para reclamar un plan de rescate urgente de 50 millones de euros que permita su supervivencia tras "13 meses de cierre encubierto".
Otra de sus peticiones es que el gobierno valenciano abone los 8 millones de euros comprometidos para el sector y que convoque una mesa científica para empezar a estudiar su reapertura con medidas como test de antígenos, luz ultravioleta, medidores de CO2, pasaporte sanitario o control de aforo y rastreo de clientes por 'apps'.
"No somos el problema, somos parte de la solución y el dique de contención para las fiestas ilegales que se siguen produciendo todos los días a partir de las seis de la tarde", ha defendido el presidente de la Confederación Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunitat (CEOH), Lalo Díez.
Trece meses después del primer estado de alarma, el sector calcula que arrastra pérdidas de hasta 300.000 euros en el caso de cada discoteca y 100.000 euros por pub. Ante estas cifras "devastadoras", la protesta arranca con el lema 'El ocio se planta' para evitar que las mil empresas que "quedan en pie" tengan que cerrar.