Primeras reacciones ante la flexibilización de restricciones sanitarias por parte de la Generalitat Valenciana.
El ocio nocturno mostrará su enfado mediante una acampada a partir del próximo martes 13 de abril, ante el Palau de la Generalitat. Este sector ve intolerable su imperceptible desescalada porque acumula más de 1.000 millones de pérdidas en la Comunitat Valenciana. Desde la Coordinadora Empresarial de ocio y Hostelería de la Comunitat, Vicente Pizcueta, pide que los esfuerzos de hace más de 10 meses se compensen con medidas que les permitan sobrevivir y ayudas directas.
La restauración tampoco se conforma y han mostrado hoy su desilusión ante unas medidas que consideran insuficientes y que no atienden a sus reivindicaciones de abrir hasta el toque de queda y acabar con la perimetración autonómica. Según el vicepresidente de Ashotur, Luis Martí, mientras la autonomía siga cerrada no hay clientes a quien atender.
Por su parte el comercio reconoce que las ventas se empiezan a recuperar levemente y las residencias de ancianos ven con buenos ojos el aumento de las visitas y las salidas de los usuarios del centro. Eso sí, consideran que ante los datos sanitarios, se podría permitir el contacto de usuarios y familiares porque, según el presidente de AERTE (Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a las Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana), José María Toro, deja en el aire el poder coger del brazo a sus familiares en el paseo o tirar de una silla de ruedas, porque no se cumple la distancia de seguridad.
