Tras la ola de calor, Castellón se prepara para una bajada de temperaturas. Los termómetros bajarán hasta llegar a los 32 grados, a diferencia de los 40 que marcaban la semana pasada. Los cambios más sensibles serán por la noche, cuando las temperaturas ronden entre los 22-23 grados, provocando una sensación térmica inferior. Así lo asegura el catedrático de climatología de la UJI, José Quereda.
Se prevé una jornada nubosa y con humedad debido a los vientos marinos y no se descarta que haya chubascos en la zona norte de la provincia.