La Asociación de Niños Ucranianos de Castellón, AniuCas, llegó anoche a la provincia con un autobús con 30 niños y 12 madres, procedentes de la frontera entre Ucrania y Rumania. Tres niñas y las madres de dos de ellas se alojarán con las familias de Castellón que cada verano los acogen. Esta ONG denuncia que la situación es extrema y la administración solo pone trabas en una labor humanitaria que deberían hacer los gobiernos y están haciendo los particulares. Su presidente, Ernesto Domenech, ha mostrado su indignación por la cantidad de papeles que les han pedido en las fronteras y también en España "donde me llegaron a acusar de tráfico de menores". Domench augura que muchas familias que quieren acoger refugiados se quedarán sin poder hacerlo y "veremos campos de concentración como ya vimos en Siria".
Por su parte, la asociación Kalina, ha logrado con coches particulares la llegada de 100 personas, algunas de ellas están con familias castellonenses y otras en el albergue de Benicasim. Su portavoz, Leonid, ha ido con su coche particular a buscar a su familia ante la falta de resolución de los poderes públicos. "anuncian planes pero tardan en ponerse en marcha, y la situación no puede esperar más".
Hoy el director territorial de Educación, Alfred Remolar ha reconocido que han llegado algunos menores a las escuelas y que la Generalitat tiene activado un protocolo para la llegada de niños a la escuela pública.
En Castelló la ayuda humanitaria se recoge en el polideportivo de San Agustín y San Marcos de 4 a 8 de la tarde. La concejala de Bienestar social, Mari Carmen Ribera, ha hecho un llamamiento a donar ropa de abrigo y material de primeros auxilios.
Esta mañana las instituciones han guardado un minuto de silencio en solidaridad con el pueblo ucraniano.
