Los datos de interceptaciones de cítricos importados en la Unión Europea con plagas o enfermedades lejos de frenarse siguen al alza y este año suponen ya más del doble que por estas mismas fechas del pasado año. Según los datos recabados por las organizaciones agrarias, de las 64 interceptaciones de enero a julio de 2023, hemos pasado a las 122 de este 2024, es decir 58 más.
Si comparamos mes a mes de 2024 las cifras también son superiores. En julio de este año hubo 33 interceptaciones, un total de 6 más que en junio. De las interceptaciones del último mes contabilizado destacan las 15 de Brasil y las 11 de Sudáfrica que prácticamente monopolizan el global.
Resaltar de nuevo la presencia de varios casos de Falsa Polilla (Thaumatotibia leucotreta), Mancha Negra (Phyllosticta citricarpa), Cancro de los Cítricos (Xanthomonas) o Sarna de los Cítricos (Elsinoe), plagas letales y no presentes en la citricultura europea, lo que significa que algunos países siguen sin ofrecer las garantías sanitarias necesarias en sus envíos.
Desde las organizaciones agrarias creen que, las autoridades de la Unión Europea deben incrementar la presión inspectora en todos aquellos países que no son capaces de garantizar la seguridad sanitaria de sus envíos, como es el caso de Turquía, Egipto, Sudáfrica, Zimbaue, Botswana o Swazilandia y algunos países de Sudamérica como Argentina, Brasil o Colombia, fundamentalmente.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, reitera que “los datos de interceptaciones son escandalosos, de suficiente gravedad para que las autoridades comunitarias reflexionen seriamente, pues países como Sudáfrica, Brasil o Argentina continúan sin ofrecer las garantías sanitarias para realizar envíos de cítricos de zonas libres de esas enfermedades. No comprendo lo que debe pasar más para que la Comisión Europea adopte medidas urgentes”.
El secretario general de LA UNIÓ recalca que “la introducción de una nueva plaga en nuestro territorio cuesta miles de euros al sector y a las Administraciones para su control, ya estamos combatiendo muchas plagas, con cada vez menos medios, a las que ahora sumamos este nuevo trips importado o las que puedan ir entrando”.
Paralelamente al problema de las plagas nos encontramos con la competencia desleal por la falta de reciprocidad en materia fitosanitaria. Carles Peris indica que “hay que prohibir la entrada de todos aquellos productos importados que no cumplan con los compromisos del pacto verde europeo en su estrategia fitosanitaria. Hay que competir en igualdad de condiciones y no como hasta ahora. No podemos fomentar las importaciones mientras nuestros cítricos a veces se pudren en los árboles”.