El sector del azulejo responde a las ayudas anunciadas ayer por el president de la Generalitat. Los 100 millones prometidos por Puig para los presupuestos de 2023 dicen, no es nada nuevo. Aseguran que 50 millones ya se anunciaron en abril con el Plan Reactiva y otros 50 son los créditos del Instituto Valenciano de Finanzas, ya prometidos hace dos semanas tras la reunión de la Mesa de la Cerámica.
Ahora los azulejeros de Castellón lo que piden es apoyo efectivo del gobierno de España, con más razón porque la Unión Europea permite articular hasta 150 millones por empresa, ayudas a las que ya se ha acogido Italia o Alemania y con las que han podido suavizar el precio del gas.
De la misma manera se ha pronunciado el sector de las fritas y esmaltes. Considera que las ayudas de Puig son insuficientes para una industria que ha sido puntera y que pierde competitividad y fuerza cada día que pasa. Piden que el gobierno de España articule ayudas ante un sector que ya cuenta con 76 empresas con expedientes de regulación de empleo que afectan a 8.400 empleados. Recuerdan que esta industria en estos momentos está produciendo al 68% de su capacidad.