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El quiosco de la plaza de la Paz en Castellón saldrá a licitación pública

La instalación del aseo público permitirá la adjudicación del servicio

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La alcaldesa Amparo Marco supervisando las obras del aseo de la plaza de la Paz. | ondacero.es

El Ayuntamiento de Castelló sacará a licitación de forma inmediata la concesión del quiosco de la plaza de la Paz. El local volverá a abrirse al público en fechas próximas, posiblemente antes de acabar el año, para la venta de bebidas y artículos alimentarios de consumo inmediato. La Concejalía de Patrimonio, que dirige el concejal Antonio Lorenzo, ha dado ya los primeros pasos administrativos para activar el proceso de adjudicación del servicio.

El quiosco está cerrado desde hace más de un año, al acabar la concesión de la explotación comercial. La carencia de aseos impedía la puesta en marcha del bar, al tratarse de una exigencia legal. La construcción de un WC público en la plaza por el actual Gobierno local, permitirá la reapertura del establecimiento. El aseo instalado forma parte del proyecto de implantación de baños públicos en distintos puntos de la ciudad.

“La falta de previsión del equipo de gobierno del PP frenó la posibilidad de sacar a concurso la explotación del quiosco”, recuerda Lorenzo. El PP cerró en 2009 los aseos subterráneos que existentes en la plaza de la Paz, pero no habilitó ninguna alternativa. El Ayuntamiento se limitó a clausurar los aseos (con un coste de 30.000 euros) y dejó sin ningún tipo de aseo público a la ciudadanía, especialmente a los colectivos más vulnerables y que más necesidad tienen de recurrir a los WC instalados en la vía pública.

La reapertura del quiosco devolverá a la céntrica plaza el dinamismo urbano y fomentará la actividad económica. “Nos habría gustado que el establecimiento hubiera podido abrir antes, pero los procesos administrativos a veces son largos y complicados." dice Lorenzo.

La existencia de un quiosco en la plaza de la Paz viene de lejos en el tiempo. En 1901 se emplazó un quiosco para la venta de periódicos y en 1910 también se instaló un mingitorio. Tanto el inmueble como el urinario experimentaron distintas transformaciones a lo largo de la Historia. El quiosco pasó a dar servicio de bebidas, sufrió obras de renovación en 1927 y en las décadas de los sesenta y ochenta del siglo pasado, para convertirse en un icono modernista en pleno corazón de la capital de la Plana.