Es el caso de la Universitat Jaume I de Castelló, quien siendo embajadora regional, ha repartido un centenar de plantas de fresa entre el alumnado del Grado en Ingeniería Agroalimentaria para su participación en el proyecto de la Fundación Ibercivis «Vigilantes del aire», una iniciativa de ciencia ciudadana que monitorizará la contaminación atmosférica durante tres meses, en concreto la presencia de metales pesados.
«Vigilantes del Aire» es un proyecto que plantea una alternativa más abierta y humana, recogiendo el apoyo en procesos tradicionales como regar una planta, podarla, o enviar una carta por correo postal para implicar la ciudadanía en el estudio de la calidad del aire de su calle o localidad y así conseguir datos de gran valor científico que servirán para elaborar un gran mapa nacional.
Esto permite poner en el centro del proyecto a la ciudadanía, acercando el método científico a colectivos habitualmente alejados de la ciencia académica, lo que permite aprender de la mano de especialistas y mejorar sus habilidades científico-técnicas. Después de la experiencia de Amberes (2014), Zaragoza (2017) y la primera edición de «Vigilantes del Aire» en el ámbito nacional (2019-2020), se lanza esta segunda edición con más plantas, más colectivos implicados y con la intención de llegar a más zonas de interés de estudio.
Diecisiete puntos de toda España se ha convertido en embajadores regionales del proyecto, elegidos después de una convocatoria abierta que ha atendido a criterios científicos y logísticos y en la que participó el Proyecto de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana de la Universitat Jaume I de Castelló, dirigido por el profesor Lluís Martínez. Cada uno de estos embajadores se convierte en un punto de entrega de macetas durante el mes de octubre.