Estas nuevas guías establecen las condiciones concretas en las que las enfermeras y enfermeros pueden participar en el uso, indicación y autorización de medicamentos sujetos a prescripción médica para personas con hipertensión, diabetes mellitus tipo 1 y 2, quemaduras y distintos tipos de heridas.
Tras la aprobación en 2018 del Real Decreto que regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los profesionales de Enfermería, se iniciaba un proceso para establecer las guías que debían seguir las enfermeras.
En concreto, el Real Decreto establecía un periodo de dos años para su aplicación en el conjunto el Estado "y ya han transcurrido cerca de cuatro años sin que aún estén aprobadas todas las guías necesarias, mientras que las ya aprobadas siguen pendientes de implementarse en las diferentes comunidades autónomas", apuntan desde la organización sindical.
Satse destaca que estas guías permitirán, entre otros objetivos, "maximizar la eficiencia y efectividad de la atención sanitaria y los tratamientos que se derivan de la misma; facilitar la accesibilidad para las actuaciones relacionadas con la medicación, evitando o reduciendo citas innecesarias o demoras; detectar e informar de efectos adversos relacionados con el tratamiento farmacológico, o realizar un seguimiento para prevenir la aparición de complicaciones asociadas al tratamiento y a la propia patología".
Asimismo, el sindicato recuerda que en el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria, impulsado por el Ministerio de Sanidad y aprobado por el Consejo Interterritorial, se apunta como objetivo estratégico "priorizar e impulsar el uso, indicación y autorización de la dispensación de medicamentos y productos sanitarios sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras, así como la elaboración e implementación de las guías correspondientes, de cara a mejorar los resultados en salud de las personas a las que atienden y cuidan".
Al respecto, Satse insiste en que su aplicación en el conjunto del Estado es "absolutamente necesaria para mejorar la atención y cuidados que las enfermeras y enfermeros prestan a pacientes y ciudadanía".
Asimismo, y en lo que respecta a los profesionales de Enfermería, la aplicación de estas guías supone un "claro avance y optimización" de sus competencias profesionales, además de "garantizar la necesaria seguridad jurídica a la hora de realizar determinadas actuaciones asistenciales".
"Ha sido mucho el tiempo perdido y no podemos permitir que se siga dilatando la aplicación de una norma que conlleva, en definitiva, mayor eficiencia y eficacia en la atención sanitaria, menos burocracia y mayor agilidad, algo que debería ser siempre un objetivo prioritario para los responsables y gestores sanitarios de nuestro país", ha concluido el sindicato.