Los funcionarios de prisiones, alertan de la falta de seguridad y medidas dentro de las dos cárceles de Castellón.
En el caso de la prisión de Albocàsser, donde hay una población de 1.200 presos, hay menos de 4 funcionarios por cada centenar de internos, mientras que en el centro penitenciario de la carretera de Alcora, hay una media de 2 trabajadores para vigilar 100 presos.
El sindicato CSIF denuncia que los funcionarios de prisiones siguen sin tener la condición de agentes de la autoridad por lo que las agresiones, una media de 2 diarias en el ámbito nacional, no tienen apenas repercusión ya que son consideradas como faltas leves. En este sentido, reivindican ser agentes de la autoridad para que las agresiones tengan una repercusión penal.
Desde CSIF Castellón, su delegado Moisés Hernández, ha denunciado que durante los fines de semana en ambos centros penitenciarios de la provincia de Castellón no hay personal médico por lo que los funcionarios son los encargados de repartir la medicación a los presos "muchos de ellos con grandes problemas psiquiátricos que deberían más estar en centros de atención a la salud mental que ingresados en las prisiones porque nos estamos convirtiendo en centros psiquiátricos encubiertos".
En lo que sí han dado un paso adelante es en el cambio del uniforme ya que en unos meses la Dirección General de instituciones Penitenciarias tendrá listos unos nuevos equipamientos que protegen más al funcionario ante agresiones, incendios y las circunstancias que se producen a diario en los centros.
El pasado viernes se reunió el Comité de Salud y Seguridad de las dos prisiones de Castellón en un encuentro donde alertaron de las deficiencias en infraestructuras como aires que no funcionan e instalaciones obsoletas. El sindicato pide más formación en defensa personal y prevención de riesgos laborales.