La claustrofobia es un trastorno de ansiedad que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se caracteriza por un miedo irracional e intenso a los espacios cerrados o confinados, lo que puede desencadenar ataques de pánico y ansiedad extrema.
Sin embargo, existen formas de tratar y superar esta fobia. La terapia cognitivo-conductual (TCC) se considera uno de los enfoques más eficaces para tratarla, tal y como nos explica Juan Tosca en esta entrevista. Esta terapia se centra en identificar y cambiar los pensamientos negativos y las respuestas de miedo asociadas a los espacios cerrados.
A través de técnicas de exposición gradual, se expone al paciente a situaciones que generen ansiedad de forma controlada y progresiva, ayudándolo a desarrollar habilidades para afrontar y manejar el miedo. Además de la terapia, existen algunas estrategias que pueden ayudar a controlar la claustrofobia en situaciones cotidianas. La respiración profunda y lenta, el uso de técnicas de relajación y la visualización positiva pueden ayudar a reducir la ansiedad en momentos de angustia.