De momento, según el concejal de Servicios Públicos, Xus Madrigal " no tenemos constancia de quejas por la existencia de focos problemáticos pero queremos adelantarnos porque, por la experiencia de otros años, en el momento en que suben las temperaturas y llegas las lluvias se hace más complicado controlar la proliferación".
Los operarios de la empresa realizan el control de los imbornales en el casco urbano, por ser posible focos debido a la acumulación de agua.
En las zonas rurales se llevan a cabo tareas de monitorización y tratamiento en balsas, así como en arquetas. También se están controlando y tratando el camino Ermita y el entorno del Termet para evitar problemas en la zona residencial más cercana al río.