Por fin algunas buenas noticias para Elche. Ayer el President de la Generalitat Valenciana se comprometió a iniciar la devolución a la ciudad del esfuerzo económico que ha realizado, a lo largo del tiempo, para sufragar proyectos como los terrenos de la Universidad Miguel Hernández de Elche, entre otros.
El anuncio de una inversión de 8 millones de euros en el edificio de Correos para construir el demandado centro internacional de diseño y moda del calzado, entendido como una iniciativa de colaboración público-privada, le dará a Elche la proyección como territorio que ya tienen las empresas del sector, a título individual, en el mundo de la moda.
La propuesta no fue un elemento aislado, ya que Ximo Puig también puso sobre la mesa establecer un plan plurianual de inversiones hasta llegar a los 43 millones de euros en los que se cifra esta deuda histórica.
En este nuevo escenario en las relaciones de la Generalitat con Elche mucho ha tenido que ver la labor del alcalde Carlos González, que en 2016 consiguió que el gobierno autonómico reconociese que los ilicitanos hemos hecho frente a inversiones que no nos correspondían y que había llegado el tiempo de resarcirnos. También creo que han jugado su papel los movimientos cívicos, como Elche Piensa, que ha mantenido una postura reivindicativa, argumentada y constante, en defensa de los intereses de la ciudad.
Esta acción está además en sintonía con las líneas de los programas de Europa Creativa que centrará sus intervenciones en la creatividad y los elementos culturales de industrias del diseño y la moda, con especial hincapié en el desarrollo de competencias, la cooperación transfronteriza y la movilidad.
Los compromisos del President fueron mucho más allá: también ha respaldado el proyecto Elche Ciudad Verde 2030, otros de los pilares del desarrollo futuro de la ciudad, que sin duda serán el marco de referencia para el bienestar y el empleo estable, en una economía más sostenible.