"El tiempo pasa y el centro de Elche sigue perdiendo atractivo de forma inexorable"

Cuenta la Odisea que Sisifo fue castigado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez.

Algo así sufrimos los ilicitanos con toda iniciativa que se emprende en la ciudad. Para muestra, un botón: el recurrente tema del proyecto del mercado que lleva varios años subiendo por la ladera de las decisiones y cayendo a la casilla de salida una y otra vez.

En este caso con un informe de la consultora ICOMOS que alerta sobre la posibilidad de que el tráfico pueda repercutir negativamente en los valores que llevaron a inscribir el Misteri como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y, sin más, pide el desistimiento del proyecto.

De inmediato surgen reacciones a favor y en contra, con posiciones más o menos argumentadas, que al final sólo pretenden ganar tiempo a la espera de que un milagro resuelva el entuerto, sin que, a mi juicio, se vaya al fondo de la cuestión: el tiempo pasa y el centro de la ciudad va perdiendo atractivo y actividad de forma inexorable.

Si la recuperación del mercado y de su entorno (como ha hecho Murcia e incluso Alicante) es un proyecto clave para potenciar el centro de la ciudad ¿Por qué no se pone sobre la mesa una alternativa posible, que seguro la hay?

¿Si el tráfico es un peligro para el Misteri, ¿por qué no se peatonalizó el Carrer Major desde la declaración? Que yo sepa, el número de coches que pasan por allí no ha sido un factor que haya determinado ni la decisión de la UNESCO en 2001 ni la vida de la Festa hasta ahora y, en cualquier caso, se podrían dibujar otras posibilidades.

¿Cuánto dinero nos costará a los ciudadanos rescindir el contrato con la empresa adjudicataria del aparcamiento?

Si se judicializa el proyecto ¿cuánto tiempo estaría el centro de Elche empantanado? ¿Una década?

Preguntas a las que los interlocutores deberían dar respuesta concreta para que todos tengamos claro lo que nos jugamos y a qué nos exponemos.

Si al final tenemos que subir la piedra a la cima cada día, al menos que seamos conscientes de ello.

Menos mal que entre esta maraña de temas oscuros y enrevesados surge un rayo de luz cuando ves que el pundonor del equipo juvenil femenino del Club Balonmano Elche les ha llevado a conseguir el título de campeonas de España y elevado el nombre de la ciudad a lugares de privilegio. Felicidades y que vuestro ejemplo nos sirva a todos.