La llegada del verano puede suponer algo bueno para unos y algo malo para muchos otros. Quienes sufren cada vez más la llegada de la época estival son los animales, muchas veces adquiridos como capricho y abandonados antes de, por ejemplo, viajar. También han crecido en este tiempo las denuncias por maltrato, lo cual transmite que la gente, en ese sentido, está más concienciada.
En este sentido, son muchos y de muy variados tipos los animales que llegan a las diferentes protectoras. Estos pueden ser, más allá de perros y gatos, tortugas, gallinas, cabras e incluso burros. Con este contexto, muchas de las protectoras se plantean incluso cerrar por la carga tanto emocional como económica que supone esta problemática, ya que el trabajo que llevan a cabo es voluntario.
Mariola Terrer, vicepresidenta de FEDANIMAL (Federación de Protectoras Animales de Alicante), añade a este contexto que la indiferencia de las instituciones no ayuda y, por tanto, la situación se hace insostenible. Además, es una situación que no sólo se produce en la provincia, sino que se extiende a todo el territorio español.
