Las reacciones a los recortes en el trasvase Tajo-Segura a partir de 2023 y sus consecuencias en el Camp d’Elx siguen siendo protagonistas estos días.
Este viernes hemos conocido que los agricultores manejan estudios que apuntan que los recortes que comienzan a llegar en enero del próximo año ponen en riesgo 86 puestos de trabajo por cada uno de los hectómetros cúbicos de agua para regadío que dejarán de llegar a la cuenca del Segura desde la del Tajo.
Los recortes en el Tajo-Segura pondrán en riesgo a medio plazo en la agricultura ilicitana más de 2000 empleos ante falta de viabilidad en las explotaciones agrarias por la falta de agua para regar y el encarecimiento de la disponible que tendrá que llegar de las desaladoras.
Javier Berenguer, presidente de Riegos de Levante, ha destacado hoy en una entrevista en ‘Más de uno Elche’ que en el conjunto de los cultivos de la provincia de Alicante, la de Almería y la Región de Murcia que se nutren del trasvase se pone en riesgo más de 106.000 empleos y una aportación al Producto Interior Bruto (PIB) de más de 3000 millones de euros.