El alcalde de Elche, Carlos González (PSOE), y el gerente de Aparcisa, Álvaro Gordillo, han mantenido este jueves la primera reunión tras el anuncio del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Elche de rescindir el contrato firmado en 2015 para la construcción de un nuevo Mercado Central con aparcamiento.
El encuentro ha sido calificado por la empresa concesionaria del proyecto como “cordial” y “correcto” y en el mismo han quedado claras las posturas de ambas partes.
El alcalde de Elche continúa decidido a romper el contrato por considerar que de ejecutarse en las condiciones en las que se firmó el organismo Icomos plantearía a la Unesco la posibilidad de retirar al Misteri d’Elx la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la que disfruta desde el años 2001.
Por su parte, Aparcisa se mantiene firme en su intención de seguir con la ejecución del proyecto, en las condiciones en las que fue sacado a concurso público por el propio Ayuntamiento de Elche (aunque con gobierno del PP) y en las que fue adjudicado.
En el encuentro el regidor ilicitano ha puesto sobre la mesa una rescisión del contrato a partir de abonar el ayuntamiento a la empresa los gastos que el proyecto ha generado hasta ahora.
Mientras tanto, el gerente de Aparcisa ha expresado la firme intención de la empresa concesionaria de ejecutar un contrato que insiste es legal y por tanto “hay que cumplir”.
Álvaro Gordillo ha destacado la complejidad que envuelve la polémica en tanto que no se trata de una concesión administrativa al uso ya que en este caso el proyecto afecta a las familias de los 33 placeros que, con contratos firmados con Aparcisa, tienen sus negocios en el Mercado Provisional instalado en la Avenida de la Comunitat Valenciana.
Por tanto, como era de esperar, la postura de ambas partes están claras, siendo radicalmente opuesta lo que podría llevar el conflicto a los tribunales.