Ha sido detenido un hombre de nacionalidad española y 47 años de edad que está acusado de un delito contra la salud pública por cultivo de estupefacientes y otro de defraudación de fluido de energía, ya que la casa, una planta baja, tenía un enganche ilegal a una torre eléctrica.
En la operación se han intervenido 308 plantas de marihuana de tamaño medio, en pleno proceso de floración, con abundantes cogollos, las cuales han sido valorados por la Oficina Central Nacional de Estupefacientes en unos 1.300 euros, aunque el beneficio de su posterior venta hubiera multiplicado con creces esa cantidad.
La desprendía un fuerte olor a marihuana y en el registro de la misma los agentes hallaron una única dependencia, de tan solo ocho metros cuadrados, en la que su morador hacía su vida cotidiana.
Tras una inspección de los muebles y enseres de esa habitación, la Guardia Civil descubrió, al abrir las puertas de un armario ropero, otra puerta oculta por la que se accedía a tres salas que albergaban una plantación indoor de marihuana.
Estas habitaciones, a pesar de estar tabicadas por fuera, disponían de un sofisticado sistema de iluminación y climatización, con 42 lámparas incandescentes y seis ventiladores.
El arrestado ha quedado en libertad provisional con cargos tras pasar a disposición judicial.