Las últimas lluvias han elevado los índices de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía, cabecera del Tajo, por encima de los 400 hectómetros cúbicos de agua contemplados en el Memorándum del trasvase Tajo-Segura, nivel a partir del que se contempla la autorización de trasvases.
Los regantes del Camp d’Elx han incidido este miércoles en que ese Memorándum tiene tango de Ley de modo que confían en que se cumpla la legislación y Riegos de Levante, entidad que se nutre de ese trasvase, reciba en abril los dos hectómetros cúbicos de agua que le corresponden del trasvase.
Así lo ha asegurado el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, que ha considerado que el Gobierno deberá autorizar para el próximo mes un trasvase de 20 hectómetros cúbicos desde la cuenca del río Tajo a la del Segura. De esa cantidad, 7’5 hectómetros cúbicos de agua se destinará a consumo humano y 17’5 hectómetros cúbicos irán para abastecer los regadíos del conjunto de usuarios del trasvase Tajo-Segura en las provincias de Alicante, Almería y Región de Murcia.
Pacto Nacional del Agua
Por otro lado, los regantes tratan que el Gobierno central impulse un Pacto Nacional del Agua que ofrezca una solución a los problemas de escasez de agua de las cuencas deficitarias, como es el caso del levante español.
De ello se ha hablado este jueves en una reunión de la Federación de Comunidades de Regantes de España, que se ha celebrado en Madrid y a la que ha asistido Javier Berenguer.
Los regantes del Camp d’Elx están planteando que en el marco de ese Pacto Nacional del Agua se prevea la conexión entre cuencas, de modo que el agua de zonas excedentarias pueda llegar a áreas deficitarias desde el punto hídrico.
Desde Riegos de Levante se está defendiendo la conexión el Tajo-Medio y el Duero con la cabecera del Tajo.