Con el hashtag #UnascensorparaMaría

Elche se moviliza en redes sociales para pedir un ascensor en un colegio público

En el centro Sanchís Guarner estudia una niña de cinco años con una enfermedad rara que lo necesita

ondacero.es

Elche | 06.09.2017 10:02

Cartel con el hashtag de la movilización para pedir un ascensor
Cartel con el hashtag de la movilización para pedir un ascensor | Onda Cero Elche

La movilización ha surgido después que el Grupo Municipal de Ilicitanos por Elche y la madre de la niña hayan denunciado que, pese a las promesas tanto de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Elche como de la Conselleria de Educación referentes a que el ascensor estaría operativo al inicio del curso escolar 2017/2018, el mismo continúa sin estar operativo.

Esa circunstancia obliga a que las dos aulas de cinco años con las que cuenta el centro tengan que ubicarse en la planta baja del edificio, para evitar que la niña ilicitana tenga que subir escalares, mientras que los grupos de alumnos de tan sólo cuatro años de edad deberán subir las escaleras para acceder a sus aulas, que quedarán instaladas en la primera planta, lugar que habitualmente corresponde a los escolares de mayor edad.

En sólo un día, son cientos los ilicitanos e ilicitanas que se han sumado a la campaña en redes sociales, subiendo tanto a Facebook como a Twitter una foto suya sujetando un cartel en el que se muestra el hashtag #UnascensorparaMaría, con el que se pretende presionar a las Administraciones para que se ofrezca una solución inmediata al problema que provoca que el ascensor con el que cuenta el centro desde su construcción no esté en funcionamiento.

Se da la circunstancia que en octubre de 2016, el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Elche aprobó por unanimidad una moción elevada por el Grupo Municipal de Ilicitanos por Elche en la que, en su primer acuerdo, se instaba a la Concejalía de Educación a realizar los trámites necesarios para garantizar que el ascensor estuviese en funcionamiento al inicio del curso 2017/2018. La urgencia en la dotación de ese servicio radica en que la niña que necesita el ascensor, que padece la conocida como Enfermedad de Hurler, por el nivel educativo al que accede este año, debería acudir a una de las aulas de la primera planta del edificio.