Un estudio de la UMH concluye que la calidad ambiental en los colegios se puede mejorar mediante la filtración y la limpieza del aire
Indica que las características de los edificios influyen más en la concentración de contaminantes que la ubicación de la escuela
Elche |
Un estudio en el que han participado investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche concluye que la calidad ambiental de las aulas de educación Infantil y Primaria "se puede mejorar sustancialmente" mediante la filtración y la limpieza del aire. Además, se recomienda el uso de materiales de construcción y mobiliario de bajas emisiones.
Los profesores de la UMH ManuelJordán Vidal y África Martínez Poveda han participado en la investigación sobre la calidad del aire de los centros escolares, cuyo objetivo ha sido comparar los valores de partículas sólidas (PM10, que presentan 10 micrómetros o menos de diámetro) presentes en el aire dentro y fuera del aula, donde los niños pasan la mayor parte del día.
El estudio de la UMH, cuyos datos de campo se han recabado en siete centro docentes urbanos y de entornos rurales de la provincia de Castellón, indica que las características de los edificios influyen más en la concentración de contaminantes que la ubicación de la escuela. Por ejemplo, los niveles más elevados de boro se encontraron en una de las aulas de entorno rural. Asimismo, factores como la ventilación, la orientación, la distribución de las calles, la higiene y el número de alumnos influyen más en el tipo de elementos químicos que se pueden encontrar dentro de las aulas.
El estudio advierte de que, si bien la ventilación natural favorece, en general, la reducción de partículas en el interior, puede haber casos en los que la orientación del edificio aumente la entrada de partículas por el aire. Por ello, recomiendan el uso de materiales de construcción y mobiliario de bajas emisiones, así como el filtrado y la limpieza del aire en las aulas infantiles.
Los investigadores de la UMH han apuntado que los niños tienen ciertas características que los hacen "más susceptibles" a la contaminación del aire que los adultos. Por un lado, su frecuencia respiratoria es mayor, los sistemas respiratorios de niños menores de cinco años no están completamente desarrollados y su sistema inmunológico no está maduro.
Las partículas analizadas se asocian con problemas respiratorios como insuficiencia pulmonar, asma, bronquitis, sinusitis y arritmias cardíacas.