Los peores temores se han cumplido. El Camp d’Elx y la agricultura del conjunto del sur de la provincia de Alicante se queda este mes de noviembre sin agua para regar procedente del trasvase Tajo-Segura. El motivo: que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera (PSOE) ha ratificado la recomendación de la Comisión Técnica de Explotación del Acueducto Tajo-Segura de autorizar tan solo el trasvase de 7’5 hectómetros cúbicos de agua para consumo urbano.
Los regantes del Camp d’Elx ha recibido la noticia con indignación y han comenzado a advertir que las movilizaciones para la defensa del Tajo-Segura van a volver.
Resignados, los regantes alicantinos lamentan que los peores presagios puedan estar cumpliéndose e interpretan que se está ante una situación que puede clarificar la intención del nuevo gobierno socialista de España de finiquitar el trasvase Tajo-Segura.
Ángel Urbina, portavoz de la Comisión Técnica de la Mesa del Agua de la Diputación Provincial de Alicante, ha reclamado unión de todos los partidos políticos de Elche y de la Comunitat Valenciana frente a lo que ha considerado “un ataque” a la subsistencia de las miles de familias que viven de sus cultivos regados con agua del Tajo. Ha añadido que “estamos dispuestos a hacer campaña contra aquellos partidos políticos que no defiendan los intereses de los agricultores alicantinos”.
Desde Riegos de Levante, entidad cuyos más de 20.000 comuneros repartidos por la provincia se nutre del agua procedente del Tajo, su presidente Javier Berenguer, ha considerado que “con lo aprobado, el ministerio ha hecho oficial una postura que nos enfrenta de forma directa e inmediata”. “Está claro que han hecho caso omiso de las reivindicaciones de los regantes y han puesto en peligro el futuro de un gran sector, compuesto por familias trabajadoras que sólo pretenden ganarse la vida y apoyar la economía y autonomía agraria de este país”.