Según ha informado la Guardia Civil, el modus operandi siempre era el mismo: un hombre y una mujer se acercaban a la víctima, previamente observada y elegida, y le preguntaban por una dirección, mostrándole para ello un mapa de grandes dimensiones.
Dicho mapa lo desplegaban sobre el objeto que querían sustraer, habitualmente un bolso apoyado sobre el vehículo de la víctima o sobre la mesa o silla de la terraza del área de servicio.
De esa forma, uno de los ahora arrestados señalaba con una mano sobre el mapa y con la otra sustraía con gran destreza el objeto deseado, mientras que otro de los delincuentes intervenía en la escena, distrayendo a la víctima para que el primero pudiera marcharse rápidamente del lugar ya con el botín, mientras que un tercero les esperaba a los dos en un vehículo en marcha, de una empresa de alquiler.
El asalto apenas duraba un minuto e incluso en ocasiones menos tiempo.
Los detenidos reconocían previamente el área de descanso, para asegurarse de que no hubiera presencia policial y escogían a las posibles víctimas de entre los turistas que allí se encontraban. Preferían turistas que viajaban en autobús, ya que, previsiblemente, no pondrían la correspondiente denuncia hasta llegar a su destino, lejos del lugar de actuación de los investigados.
Tras concretar los detalles del modo de actuar del grupo, los agentes de la Guardia Civil de Crevillent montaron un dispositivo, logrando detener a las tres personas cuando se disponían a cometer un nuevo delito.
Los tres detenidos son una mujer de 38 años y dos hombres, de 44 y 22 años, padre e hijo, todos ellos de nacionalidad rumana y vecinos de Alicante.
