El sector turístico de Elche cerró el pasado año con un mes de diciembre positivo registrando una ocupación media de los hoteles del municipio del 47’2%, lo que supone un crecimiento de más de cuatro puntos respecto al último mes del año anterior.
La valoración que el sector realizado del año 2018 también es positivo por cuanto durante el mismo la tasa de ocupación hotelera fue del 70% frente al índice del 69% contabilizado en 2017.
Desde la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (AETE) se ha valorado de forma muy positivo las cifras de diciembre en tanto que se ha incidido en que tradicionalmente diciembre es un mes muy poco propicio para los hoteles ilicitanos.
AETE ha explicado que en 2018 el comportamiento de la demanda turística fue cambiante a lo largo del año, de modo que los cinco primeros meses del año presagiaban una buena temporada, con incrementos mensuales de la tasa de ocupación que superaban los registros de 2017. Desde el mes de mayo se redujo la afluencia de turistas llegando a apuntarse a un cambio de ciclo. Sin embargo, el último trimestre del año permitió recuperar la senda de crecimiento e incluso situar el valor conjunto de 2018 por encima del de 2017.
El puente de diciembre y las buenas condiciones climatológicas que se disfrutaron ese último mes del año estimularon la demanda y contribuyeron a lograr cifras de ocupación hotelera positivas.
La organización en la ciudad de eventos como el Campeonato Nacional de Dominó (celebrado del 6 al 9 de diciembre), y el certamen DDxperience (del12 al 16 de diciembre) favorecieron la ocupación hotelera.
La Asociación de Empresas Turísticas de Elche ha destacado que los retos con los que comienza este año siguen siendo la mejora de la competitividad, el avance en sostenibilidad y superar la incertidumbre que representa el desenlace del Brexit.
Código Ético del Turismo Valenciano
Por otro lado, AETE ha
Se ha adherido al Código Ético del Turismo Valenciano, que representa un instrumento para alinear el comportamiento de empresas, administraciones y turistas con los valores de la responsabilidad social, de forma que el turismo cumpla no sólo metas económicas, sino que sirva también para la cohesión social y la mejor protección del patrimonio cultural y natural.
