Realizado por un grupo de investigación del Área de Fisiología

Una investigación del Instituto de Neurociencias de la UMH de Elche descubre un mecanismo para reparar nervios dañados

El hallazgo puede aportar pistas acerca de qué falla en el sistema nerviosocentral para a partir de ahí lograr el objetivo de reparar la médula espinal después de una lesión

ondacero.es

Elche |

Científicos del grupo de investigación del Área de Fisiología del Instituto de Neurociencias de la UMH de Elche | Universidad Miguel Hernández de Elche

El grupo de investigación del Área de Fisiología del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, que dirigido por el científico Hugo Cabedo, ha descubierto fundamental para reparar nervios dañados, concretamente cómo inducen los nervios periféricos a la reparación de la capa de mielina para que vuelva a restablecerse de forma correcta la comunicación después de una lesión.

El descubrimiento científico puede aportar pistas para lograr el objetivo de reparar la médula espinal.

Se trata de un hallazgo que puede facilitar el tratamiento de lesiones de los nervios periféricos, como ocurre en los accidentes de tráfico. El trabajo también puede ser importante para mejorar el tratamiento de algunas enfermedades en las que la mielina se deteriora, como la de Charcot Marie Tooth, de origen genético, así como que es relevante en el síndrome de Guillain-Barré, trastorno neurológico que ocurre después de una infección y en el que, de forma repentina.

Según ha explicado Cabedo, en el sistema nervioso periférico, hay un tipo concreto de células (las denominadas de Schwann) que tienen un “papel muy importante a través de un proceso muy regulado de diferenciación y desdiferenciación, una característica que no tiene ninguna otra célula del sistema nervioso”. Esa características “las hace muy plásticas y permite que pasen de un estado en el que producen mielina a otro, menos diferenciado, en el contribuyen a reparar el nervio dañado”, ha revelado el investigador de la UMH de Elche.

De esta forma, añade Cabedo, “cuando se sufre una lesión en un nervio periférico, como el que va desde la médula a los dedos de la mano o el pie, las células de Schwann pierden temporalmente la capacidad para formar mielina y retroceden a un estadio anterior del desarrollo muy primitivo”.

Con ello, el objetivo de esa transformación es “ayudar al nervio a regenerarse y a crecer de nuevo para llegar a los tejidos diana. Una vez reparado el nervio, la célula recupera de nuevo su capacidad de producir mielina para recubrir el nervio con la capa aislante y permitir la correcta transmisión de los impulsos nerviosos”.