El piso afectado estaba vacío cuando fue ocupado irregulamente por Rosa, una mujer que tiene tres hijos, de 11, 6 y un año y medio de edad. Su situación económica ha llevado a la afectada a verse obligada a entrar a vivir en una vivienda que dice se encontró con la puerta abierta y totalmente destrozada. Con los pocos recursos económicos de los que dispone y la ayuda de amigos y familiares, Rosa incluso ha saldado la deuda que existía en la vivienda en concepto de luz y agua, pero recientemente le llegó una orden de desahucio dictada por el juzgado contra el anterior inquilino de la vivienda y no contra ella.
Tras recurrir a la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Elche-Crevillent, ésta ha logrado paralizar el desahucio de la vivienda, que no se dirigía a la mujer que ocupa el piso en la actualidad con lo que ahora, según ha destacado este martes Rosa Moya desde la citada plataforma, se gana tiempo para tratar de convencer a la entidad bancaria propietaria del inmueble a negociar un alquiler social.