Para Ilicitanos por Elche los nuevos parques para perros llegan “tarde y mal”
Los ediles Cristina Martínez y Fernando Durá creen también que el vallado usado para su perímetro no es el más idóneo
El Grupo Municipal de Ilicitanos por Elche ha criticado este martes que los tres nuevos parques para perros que se han creado en la zona del Cementerio Viejo, el barrio El Toscar y en el Parque de Valencia no cumplen con las necesidades que requieren los vecinos con mascotas de esas zonas.
Cristina Martínez y Fernando Durá, ediles de la formación política en el Ayuntamiento de Elche, han señalado que los propietarios de perros que residen en esas zonas se quejan de las reducidas dimensiones de las áreas de esparcimiento canino creadas, así como de la escasa altura de la valla instalada, que en algunos puntos apenas alcanza los 50 centímetros, lo que es especialmente peligroso para los perros más grandes que la pueden saltar con bastante facilidad.
Otro de los aspectos de los que se quejan los usuarios de esas zonas es que sea instalado un vallado poco adecuado por cuanto presenta espacios entre las tablas de madera por los que algunos perros, sobre todo los de menor tamaño, pueden abandonar la zona.
“Son parques para perros que lamentablemente llegan tarde y mal”, ha considerado Cristina Martínez, portavoz de Ilicitanos por Elche, que ha recordado que se trata de tres proyectos cuya ejecución se comprometió en los presupuestos participativos de 2016 por lo que debían estar finalizados a lo largo de 2017. Martínez ha añadido que el vallado instalado “es más propio de zonas de juegos infantiles que de parques para perros”.
Por su parte, Fernando Durá, portavoz adjunto de Ilicitanos por Elche ha señalado que uno de los parques para perros creados, concretamente el del Parque de Valencia, tiene unas dimensiones tan reducidas que en todo caso lo más probable es que solo pueda ser usado por perros de pequeño tamaño.
El portavoz adjunto de la formación política ha destacado que “en la instalación canina creada junto a la ermita de San Pascual, en el barrio El Toscar, se ha ocupado apenas la mitad de la superficie de parte de una zona con césped que ya existía cuando perfectamente podría haberse ocupado la totalidad de esa área, duplicando el tamaño del parque para perros creado, y sin afectar al uso cotidiano que se le da a esa zona verde”.
“Los vecinos de esas zonas llevan años reivindicando la creación de áreas de esparcimiento canino y, lamentablemente, ahora se han encontrado con unos espacios que no tiene las condiciones que estaban pidiendo”, ha afirmado Fernando Durá que ha concluido que “si el equipo de gobierno hubiese pisado la calle, consultando a los potenciales usuarios de esas zonas, seguro que las mismas serían diferentes”.