La explotación agraria desmantelada por la Policía Local de Elche carecía de proyecto veterinario e incluso de las más mínimas condiciones higiénico sanitarias. Tampoco tenía los pertinentes permisos de núcleo zoológico ni licencia de apertura.
Su propietario reconoció a los agentes que practicaron la actuación que se dedicaba a la venta de gallinas y gallos, incluso destinados a riñas.
Las instalaciones están fabricadas de manera rudimentaria e incluso para aislar a los animales de la acción directa del sol se usaban mantas para tapar las jaulas. Además, en el momento de la inspección policial, los animales carecían de comida y sólo contaban con agua sucia no potable.
Se trata del tercer criadero ilegal desmantelado en Elche en los últimos meses por la Policía Local de Elche.