Los hoteles de Elche están apreciando en sus resultados el receso del turismo extranjero que se registra a nivel nacional. De hecho, según los datos facilitados por la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (AETE), el pasado mes de septiembre la ocupación hotelera cayó algo más de 2% respecto al mismo mes de hace año, situándose ese índice en el 78,7% frente al 81% contabilizado hace doce meses.
La recuperación de destinos de sol y playa en la cuenca del Mediterráneo, como Turquía o Túnez, así como la debilidad de mercados europeos tradicionales, como el británico, tienen un impacto en la ocupación que el mercado nacional no logra mitigar por completo.
Para la AETE también juega un papel relevante en el comportamiento del sector la pérdida de conexiones aeroportuarias. En este sentido, la desaparición de la aerolínea Monarch ha mermado en el Aeropuerto Alicante-Elche un total de 600.000 plazas procedentes del Reino Unido, cerrando el mes de agosto con una caída del tráfico aéreo del 3,3% respecto al mismo mes de 2017.
No obstante, los datos acumulados en los primeros nueve meses del año, mantienen un ligero crecimiento en la ocupación hotelera de la ciudad respecto al mismo periodo del pasado año. Entre enero y septiembre de este año, se contabiliza una ocupación hotelera del 72,9%, mientras que en ese mismo periodo del pasado año el índice se cifraba en el 72,0%.
La Asociación de Empresas Turísticas de Elche considera que “para reforzar la competitividad” de la ciudad “es preciso acometer la mejora y diversificación de la oferta turística en un marco de colaboración público-privada estrecho y leal”. “La transversalidad del turismo requiere que las decisiones sobre el futuro de la ciudad tengan en consideración su impacto sobre el sector. Una buena planificación, mecanismos de participación activos y promoción turística en mercados emisores y segmentos claves serán necesarios para asegurar la sostenibilidad del turismo ilicitano en los próximos meses”, señala la AETE en un comunicado público en el que incide en que para paliar la baja ocupación que tienen los establecimientos hoteleros de lunes a jueves se debe de “prestar especial atención a potenciar la oferta orientada al turismo de negocios , para lo que es necesario reforzar los atractivos de la ciudad en cuestiones como el comercio, el ocio y los servicios clave”.