el contragolpe

Algo lógico

José Manuel Noguera, profesor de Periodismo en la UCAM, opina sobre la actualidad del Elche CF a las puertas del inicio del playoff ante el Real Murcia

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Murcia |

José Manuel Noguera, profesor de Periodismo de la UCAM. | Onda Cero Elche

En el verano de 2001 el Elche CF estaba prácticamente en Segunda B, a falta de dos jornadas debía hacer al menos cuatro puntos para salvarse. Y la primera parada era nada menos que La Condomina, donde el Real Murcia de un tal Pepe Mel bordaba el fútbol con la defensa más adelantada que un servidor ha visto nunca.

Ese partido es uno de los Real Murcia-Elche que guardo en la retina. Con 21 años yo estaba en ese quesito adorable que los grana reservaban a la afición visitante. Recuerdo que la defensa murciana ese día además de adelantada iba tranquila, una tranquilidad que mutó en lentitud y que aprovechó Changui para clavar el 0-1. El goleador gallego del Elche que no marcaba casi nunca marcó, mientras que un equipazo grana con Luis Gil, Loreto, Aguilar o Godino apenas inquietó la portería franjiverde. La historia de esa permanencia la recordamos con la SD Compostela, pero el guion del milagro se escribió en La Condomina, una semana antes.

Ocho año después también estaba en la grada, en la del Martínez Valero, y ocurrió tres cuartos de lo mismo pero a la inversa. El Real Murcia se jugaba media vida y un poco más, mientras que al Elche CF le quedaban unas remotas opciones de ascenso, demasiado remotas como para olvidarse del varapalo de Villarreal B un mes antes ante más de 30.000 franjiverdes (ay, los filiales).

Ese día los extremos del Real Murcia volaban por bandas y encontraban unos espacios impropios del fútbol profesional, incluso para un campo tan grande como el Martínez Valero. El franjiverde Perera empató, pero Chando puso el 1-2 que le daba más de media vida a los pimentoneros. La inercia de descenso inevitable que ya apuntaba por entonces el grana Natalio fue frenada por algo completamente ilógico: un equipo sin alma entrenado por Pepe Bordalás (y un equipo con Willy Caballero, Acciari, Molina y Trejo, entre otros).

Por tanto los Elche-Real Murcia y los Real Murcia-Elche eran partidos donde, en resumen, cuando uno de los dos se jugaba media vida no sucedían cosas lógicas. Pero eso es justo lo que a fuerza de repetirse se constituyó como lo normal en aquellos partidos, lo que todos esperaban. Es decir, lo lógico. No sabemos si es el Pacto de Llanes del sureste español o si, como decían en el colegio, “los que se pelean se desean” y tanto roce ha hecho el cariño. Y luego vino Tebas para unirnos más si cabe. Pero esa es otra historia.

Nada de eso se repetirá este domingo ni el que viene. Nada de esa ilógica en los choques entre granas y franjiverdes. No habrá velocidades distintas, ni espacios ni margen para los errores. Habrá, en la medida en que los dos se juegan la vida, cosas lógicas: un extremo que intenta un desmarque, un delantero que dispara, un central que remata un córner, un pivote que frena un ataque rival, un mediapunta que aprieta… y ahora imaginen, en medio de toda esa lógica, que quien busca el desmarque es Josan, el que dispara es Benja, el que remata el saque de esquina es Gonzalo Verdú, el que frena el ataque rival es Provencio (o Manolín) y el que aprieta arriba es Nino… con toda esa lógica sobre el campo, hay más opciones de que ocurra lo probable.

Y esa es la batalla del Elche CF este domingo y el que viene, convertir el partido en algo lógico para que lo probable ocurra cuanto antes. No en una locura emocionante y emocional. Una locura no. A locos nadie gana a los murcianos.

José Manuel Noguera es profesor de Periodismo en la UCAM