Aclarada la salida de Sory Kaba al Dijon francés, las nubes se ciernen ahora alrededor del reparto de la cifra que ha dejado su venta en LaLiga. Lo único seguro es que el delantero depositó cuatro millones de euros, el último día de mercado, para conseguir su carta de libertad. La duda radica en saber de qué manera se repartirá esa cantidad. El Elche CF entiende que esta operación se ha producido por la extinción unilateral de un contrato, abonando la cláusula establecida. No se ha acordado, por tanto, mediante la negociación de un traspaso por lo que defiende que los derechos económicos no han sido transferidos.
Las cuentas de la entidad franjiverde apuntan a que LaLiga desviará dos millones de euros para las arcas del Elche CF y los otros dos irán directamente a pagar una parte importante de la deuda con la Agencia Tributaria. Si es así, el conjunto ilicitano terminará el curso devolviendo casi cinco millones de euros al fisco, con dos pagos semestrales de 1,2 millones de euros, el 10% de los ingresos de LaLiga (cerca de 600.000 euros) y los dos millones de euros de la ruptura del contrato de Sory. Este hecho provocaría que la próxima temporada, siempre en Segunda División, los compromisos previstos en septiembre y marzo sumarían, entre ambos, un millón de euros más la aportación proporcional de los ingresos procedentes de la patronal.
De los dos millones de euros que llegarían al Elche CF, si prospera la previsión del club ilicitano, no habría que pagar nada a Eventos Petxina porque el contrato firmado en noviembre de 2011 es ambiguo con respecto a si esta operación se podría considerar como un traspaso o como una penalización por incumplimiento de contrato. En cualquier caso, ese documento firmado con la mercantil valenciana de Basilio López está recurrido en casación en el Tribunal Supremo y ya se han abierto diligencias con relación al asunto en cuestión. Cabe la opción de que quede anulado por lo que el Elche podría realizar una previsión de fondos pero, salvo que lo ordene un juez, no va a pagar a Petxina. Quien sí se llevará su parte es el Alcobendas de Tomás Páramo que percibirá el 35% de la parte que le corresponde al Elche (700.000 euros). Sory renunció a su 15% a favor del conjunto ilicitano, que se asegura en cuenta 1,3 millones de euros. A estas cantidades se deberá sumar el cobro de los derechos de formación del delantero guineano, que serán abonados por el Dijon.
Más allá de todo eso, el club conocerá a en breve qué cantidad aprueba LaLiga para ampliar su presupuesto deportivo y poder firmar otro delantero. La primera estimación ronda los 350.000 euros. Esa cifra no daría para firmar a Yacine Qasmi, goleador de la UD Melila, cuya cláusula es de 300.000 euros, a lo que se tendría que sumar su salario, los impuestos de la Seguridad Social y el 2,5% correspondiente a los variables del contrato por objetivos. En todo caso habría que negociar y tampoco es la única opción. Hay muchas más alternativas dado que el Elche CF es el único equipo que está ahora con opciones de fichar.
El límite salarial está agotado y las incorporaciones del último día del mercado se pudieron realizar gracias a las aportaciones económicas de José Sepulcre. El máximo accionista tuvo que aportar otros 230.000 euros para poder inscribir el último día a Alfred Planas. La intención del Consejo de Administración era darle de alta con ficha del filial, puesto que es sub-23, pero la Real Federación Española de Fútbol no ha dado de baja todavía su licencia del Reus Deportiu y la inscripción se tuvo que hacer a través de patronal, cumpliendo estrictamente con el control económico con la aportación de capital externo por cuatro veces la cantidad que costará el futbolista. Finalmente lucirá el dorsal número 8.