“Ya me quedan menos vidas”. Es la conclusión que saca el ciclista ilicitano José Carlos Núñez tras haber sido arrollado por un coche de equipo cuando disputaba la Melton Cicle Classic, en Inglaterra. El corredor del Kiwi Atlántico-Guerciotti fue atropellado por el vehículo del Active Edge cuando rodaba en solitario, recuperando terreno al pelotón después de haber tenido que recibir la asistencia de sus mecánicos por culpa de un pinchazo. Esta semana ha sido noticia por motivos ajenos a lo deportivo, siendo protagonista en los informativos de Antena 3 y La Sexta.
En el momento del brutal impacto, José Carlos Núñez rodaba por la derecha de carretera, escoltado por su coche de apoyo cuando otro vehículo, sin advertir su incorporación y sin espacio para adelantar, se ha llevado por delante a Núñez. “Un coche de equipo, que iba con prisas, no sé si porque no me ha visto o qué ha pasado, pero me literalmente me ha arrollado. He saltado por los aires y me he quedado encogido en la cuneta, tratando de protegerme, porque pensaba que me iba a pasar por encima”, explica el ciclista de Elche.
El destino ha querido que ‘sólo’ sufra los quemados propios de la caída: “Va a ser todo chapa y pintura, aunque voy lijado por todo el lateral”. “Cuando he caído me he quedado asustado porque no sabía si me había roto algo más”, añade. Pese a que todavía tiene que dar gracias porque el accidente podría haber sido mucho más grave, José Carlos Núñez, que la semana pasada cumplía 37 años, reconoce que “jode caerse, pero jode mucho más que te atropellen”.
La competición transcurría por el kilómetro 90, cuando Núñez pinchaba y pedía la asistencia a su equipo. Esta carrera destaca por los numerosos tramos de esterrato que presenta, tramos en los que el asfalto es rugoso y con predominio de tierra y piedras, al estilo de las famosas clásicas europeas. “Iba rodando en el pelotón de cabeza cuando he tenido que parar por un pinchazo. Tranquilamente me he ido para atrás porque la rueda se iba deshinchando poco a poco. Mi coche ha tardado en llegar. He cambiado e iba subiendo, poco a poco, junto a mi coche de equipo para entrar en el pelotón. Entonces apareció por detrás y me hizo saltar por los aires; estoy bien, aunque me queda una vida menos”, concluye el ilicitano, que ahora solo piensa en recuperarse lo mejor posible para volver a subirse a la bicicleta y competir en la próxima prueba de su calendario.