La solicitud del Ministerio Fiscalcontra 18 directivos y exdirectivos del Elche CF, y frente a 14 sociedades con vinculación directa con algunos de ellos, a los que considera como “afectados” y “cómplices”, respectivamente, por la calificación culpable del Concurso de Acreedores de la entidad franjiverde desmenuza lo que ha sido gran parte de la gestión de la entidad franjiverde durante la última década.
El informe de los fiscales Vicente Plaza Sanjuán y Francisco José Marco Gaona separa nueve puntos para analizar los hechos que, a su criterio, provocaron la entrada del Elche CF en concurso de acreedores. El primer apartado se centra en la composición del Consejo de Administración del Elche CF, de la Fundación del Elche CF y principales accionistas, y en las relaciones entre consejeros y patronos.
En un primer análisis recuerda que la Fundación se creó en el año 2006 bajo el mandato de José Sepulcre, como máximo responsable del Consejo de Administración y del Patronato. Los fiscales definen su gestión como “presidencialista”. “El presidente se arrogaba un peso decisivo y determinante en relación con la mayor parte de los aspectos del Club, fundamentalmente en el aspecto económico”, detallan Plaza y Marco. También recuerdan que colaboraron con él, en una primera época, Juan Carlos Ramírez y Tomás Alvarado; y, posteriormente, Antonio Rocamora, a partir del año 2012.
Sobre el objetivo de la Fundación del Elche, el informe fiscal apunta que su primer objetivo era “servir de formación al fútbol base de la ciudad” si bien incide en que ante la grave crisis económica que ya vivía el Club en el año 2010 “con ingentes deudas vencidas que ya manifestaban la necesidad de la entidad de entrar en situación concursal”, la Fundación fue utilizada, aseguran, “para inyectar capital al Club por parte de la Generalitat Valenciana” con los préstamos del Banco de Valencia y de Bancaja por un importe total de 14 millones de euros.
A partir de ese momento, el resumen del documento del Ministerio Fiscal recalca que la Fundación del Elche CF pasó a ser la máxima accionista, con una cuota de participación del 63% (en la actualidad, 54%). “Sus decisiones han estado controladas por José Sepulcre y las personas afines al mismo”, aclara. En este punto recuerda que, por estatutos, el presidente del Consejo de Administración debía ser el mismo que el de la Fundación y que el Consejo podía designar patronos. “Ello ha determinado que durante estos años (desde que pasó a ser la máxima accionista) los patronos hayan sido en prácticamente su totalidad personas que o bien eran o habían sido (pero que seguían manteniendo intereses económicos con la entidad) consejeros (…) en ningún momento iban a poner traba alguna a la gestión del Club, aprobándola en todo momento en las Juntas de accionistas, delegando su voto al presidente”.
El Ministerio Fiscal se muestra contundente cuando asegura, literalmente, que “resulta indudable que la Fundación ha sido pervertida en todo este tiempo, nutriéndose en cada momento de consejeros, exconsejeros y en cualquier caso personas afines al presidente Sr. Sepulcre que han servido de escudo y paraguas al Consejo de Administración (…) para favorecer su gestión y, con ésta, sus propios intereses personales y económicos así como los de terceros afines”.
En el detalle de patronos que formaron parte de la Fundación se apunta a ese papel de apoyo a la gestión del Consejo de Administración al propio José Sepulcre, además de Antonio Rocamora, Juan Carlos Ramírez, Manuel Rocamora (hermano de Antonio), Toño García Hita, Jaime Oliver, Juan Anguix, el actual presidente Diego García, Francisco Sánchez, Lorenzo Campos, Juan Irles, Vicente Abadía, Vicente Javaloyes y Ramón Segarra, este último como secretario y de quien matiza que sin tener voto contaba con voz y un peso decisivo. Por el contrario, excluye de esa función a Daniel Rubio que “en todo momento se ha mantenido crítico con la gestión del Club, razón por la que dimitió de su cargo de consejero en noviembre de 2014”; Anselmo Navarro del que se considera que su papel fue “testimonial”; José Antonio Antón, “siempre crítico con la gestión del Club, por lo que dimitió en 2011”; el expresidente Juan Serrano, “crítico con las directrices de la posición mayoritaria del Consejo y de la Fundación”; y la concejal y actual componente del Patronato Cristina Martínez, “en todo momento crítica con la gestión de la entidad”.
Por último, los fiscales que solicitan que la pieza de calificación del concurso de acreedores sea resuelta como “culpable” apuntan que pese a la salida de José Sepulcre de la presidencia del Elche “su figura ha permanecido en la sombra durante la situación concursal para salvaguardar sus intereses y procurarse la oportunidad de volver a presidirlo”.