Elche |
El Elche ha llegado a un acuerdo con el defensa central Danilo Ortiz para cerrar la defensa franjiverde. El internacional paraguayo estará disponible para el partido del domingo, ante el CD Lugo, y salvo sorpresa final será el último refuerzo para la plantilla de Pacheta. No obstante, el conjunto ilicitano seguirá rastreando el mercado de jugadores en paro para ver si aparece alguna opción interesante para reforzar las posiciones que han quedado huérfanas de nuevas incorporaciones: delantera, lateral derecho y mediocentro ofensivo.
El nombre de Danilo Ortiz saltaba ayer por la tarde, avanzando por el Diario Información. El jugador aterriza por la vía de los inversores argentinos que negocian con José Sepulcre su entrada al accionariado de la entidad franjiverde. Por tanto, no se trata de un futbolista de la agenda del director deportivo Nico Rodríguez, que ha visto cómo su planificación se ha visto salpicada en el último mes del mercado veraniego. Los problemas con el límite salarial frenaron la llegada de más fichajes y el último no se incorpora de su lista. El jugador paraguayo firmará a préstamo con una opción de renovación en función de su rendimiento.
Daniel Ortiz (Asunción, 1992) llegó a ser internacional con la selección absoluta de Paraguay en 2014. Ese año alcanzó su mejor nivel futbolístico, en las filas del Cerro Porteño. Disputó los amistosos ante Camerún, Costa Rica y Francia, en el tramo de tres meses, y nunca más volvió al equipo nacional paraguayo. Sí inició un baile de equipos que le ha llevado a vestir la camiseta de ocho clubes en cinco años: Cerro Porteño, Palermo, Godoy Cruz, Racing Club de Avellaneda, Newell’s, Banfield, Libertad y Dorados de Sinaloa. A esta última entidad, de la segunda liga mexicana, se unió este pasado verano, pero no llegó a debutar. Su equipo tenía partido previsto este pasado fin de semana, pero Ortiz ya no estaba disponible.
Ortiz es un central zurdo que destaca por su fuerza y contundencia. Llama poderosamente la atención el escaso protagonismo que ha tenido en sus últimos equipos y ahora tendrá que demostrar si su nivel está a la altura de una liga profesional tan competitiva como es la segunda española.